Cada día construimos nuestra salud, o alimentamos futuras enfermedades

Para comprender la importancia que tiene el promover un sano estilo de vida.

Para comprender la importancia que tiene el promover un sano estilo de vida y su impacto sobre la salud, podemos entender a la enfermedad cardiovascular como un continuo que comenzaría muy temprano en la vida y que terminarían “décadas después” si no se evitan o corrigen los factores de riesgo cardiovascular.

A los efectos de una mejor comprensión de la importancia que tiene el promover un sano estilo de vida y su impacto sobre la salud sea cardiovascular como general, podemos entender a la enfermedad cardiovascular como un continuo que comenzaría muy temprano en la vida, (ya en la temprana infancia con la promoción de una alimentación, un estilo de vida saludable), y que terminarían "décadas después" si no se evitan o corrigen los factores de riesgo cardiovascular, sea en un infarto cardíaco, sea un accidente cerebro-vascular o una insuficiencia cardíaca.

Estamos hablando entonces de un CONTINUO de tiempo de varias décadas, sobre el cual tendríamos siempre la opción de actuar para modificar o corregir malos hábitos.

La progresión de este continuo será más o menos lenta en la enorme mayoría de los casos, según lo que decidamos hacer o no "en favor de nuestra salud", teniendo presente que cada día de nuestra vida, estamos construyendo nuestra salud, o estaríamos alimentando nuestras futuras enfermedades.

Esto significa un cambio conceptual sustancial porque venimos de un siglo XX donde la genética se pensaba que era el factor más preponderante en la determinación de nuestra salud o nuestra enfermedad, pero ahora en el siglo XXI ha tomado mucha más importancia la epigenética, o sea todos aquellos factores ambientales, nutricionales o emocionales que interactúan, influyen o regulan la expresión o no de la información genética, y que nos lleva a conocer hoy que en la mayoría de las enfermedades, "NO SOMOS VICTIMAS DE NUESTROS GENES SINO DE NUESTRO ESTILO DE VIDA.


COMO CONSTRUIR SALUD DIARIAMENTE:

1) QUE EL ALIMENTO SEA TU MEDICINA Y NO LA CAUSA DE TU ENFERMEDAD. Para poner en práctica este milenario aforismo Hipocrático, debemos llevar adelante una DIETA EQUILIBRADA EN CANTIDAD Y EN CALIDAD, para lo cual debemos tener en cuenta:

EL TAMAÑO DE LAS PORCIONES: Ponernos límites al momento de servirnos nuestra porción de alimento. Esto resulta difícil en determinados contextos socio-culturales, donde se promueve repetir el plato como forma de aprobación.
Otras veces aceptamos una segunda porción del plato principal, no porque sigamos con apetito, sino porque "tenemos ganas" y tenemos "lugar en el estómago".
El saber diferenciar entre "el apetito y las ganas de comer" es una herramienta muy valiosa.


LA CALIDAD DE LA DIETA:

Se aconsejan una serie de tópicos sobre la dieta:
Tiene que ser variada.
Incluir frutas y verduras en forma diaria.
Reducir la ingesta de bollería industrial y limitar el consumo de bebidas cola y de hacerlo que sean light o zero.
Incluir las 4 comidas, intercalando con alguna porción de frutas.
Beber abundante agua, de preferencia no gasificada, o filtrada de la canilla, o agua mineral que en caso de ser embotellada en envases de plástico, no debe haber quedado expuesta a altas temperaturas ni en su traslado, ni en su almacenamiento.


ENSALADAS DIARIAS DE 5 COLORES:

Porqué se aconseja el consumo diario de frutas y verduras: Porque son ricas en POLIFENOLES: Los polifenoles son moléculas benéficas y constructoras de salud y que abundan en las frutas y en las hortalizas (papas, tomates, cebollas, zanahorias, boniatos, melón, frutilla, lechuga, acelga, espinaca, brócoli, coliflor, apio, espárrago, repollo, remolacha),así como en el café y el chocolate negro.
Estos vegetales sintetizan justamente los polifenoles como forma de protegerse de la radiación UV, y su efecto protector de la salud se debe a su potente acción antioxidante.
Un práctico consejo es promover la ingesta cotidiana de la ensalada de 5 colores, ya que nos ofrecerá beneficios para la prevención de cánceres, de diabetes, de osteoporosis, de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, entre otras.


COLESTEROL BUENO Y COLESTEROL MALO:

Debemos seguir poniendo mucho cuidado con el colesterol, como uno principales enemigos de nuestra salud, debido a la agresión que produce en nuestras arterias.
Como fórmula general, recordar que el LDL (colesterol malo debería estar por debajo de 100 mg/dl y el HDL (colesterol bueno), debería estar por encima de 50 mg/dl y si estuviera por encima de 60 mg/dl mucho mejor aún.

El término "colesterol bueno y colesterol malo", al igual que "grasas malas y grasas buenas", si bien podrían ser cuestionado "académicamente", es muy adecuado para la comprensión general, porque reúne dos condiciones que son muy útiles en la transmisión del conocimiento médico: PRACTICIDAD Y PRECISIÓN.
Cuando medimos el nivel de colesterol en sangre, solo entre un 25 y un 30% de ese valor depende de la dieta, mientras que el restante es sintetizado por nuestro hígado.


GRASAS BUENAS Y GRASAS MALAS:

La fuente principal de "grasas malas", son las de origen animal, (carnes gordas, manteca, mayonesa, grasa vacuna).
Las grasas de origen vegetal son las llamadas "grasas buenas", porque además de no aportar colesterol, son ricas en sustancias que se asocian con un buen funcionamiento del corazón, el cerebro, la memoria y del sistema inmunitario.
Estas grasas buenas las encontramos en el aceite de oliva virgen y los frutos secos (nueces, almendras, castañas caju, avellanas, etc,).
Su consumo también se ha asociado con una mayor longevidad y un menor riesgo de padecer enfermedades crónicas.
En cambio las llamadas "grasas malas" son las que provienen de la carne vacuna, las achuras y los chacinados, cuyo consumo debe ser regulado en cantidad y en la forma de preparación.


IMPORTANCIA DEL CONSUMO DE OMEGA 3:

Los omega 3 son una familia de ácidos grasos esenciales denominados así porque no pueden ser sintetizados por el organismo humano , y por lo que la única forma de obtenerlos es a través de la alimentación o por suplementación. Los omega 3 se encuentran en una gran variedad de alimentos de origen animal y vegetal. Pescados grasos (salmón, trucha, atún, caballa, sardinas, arenques, anguilas, esturión).
También podemos encontrar los omega 3 en la carne, los huevos y los productos lácteos.

BENEFICIOS DEL CONSUMO DE OMEGA 3:

- Disminuyen los niveles de colesterol y triglicéridos.
- Previene la aparición de coágulos.
- Reducen los niveles de presión arterial.
- Reduce o previene el hígado graso.
- Alivia o disminuye los dolores menstruales.
Los omega 3 tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y estabilizadores de la placa coronaria, entre otros beneficios que se han descubierto.

 

 


2) REALIZANDO EJERCICIO FÍSICO REGULAR:

Vivimos en una sociedad que promueve actividades sedentarias, sea en forma directa o indirecta. Ese sedentarismo se agrava cuando lo justificamos con una aparente razón de peso, como ser la falta de tiempo, o el no disponer de un lugar seguro donde practicarlo.
El ejercicio va de la mano de la salud, así como el sedentarismo va de la mano de la enfermedad. Para evitar entrar en la categoría de PERSONA SEDENTARIA, se aconsejan realizar 150 minutos por semana de ejercicio regular repartido entre 3 y 5 veces.
Debemos estimular la actividad física desde la temprana infancia, promoviendo los juegos interactivos, los paseos al aire libre, los deportes, las caminatas y la colaboración familiar en tareas de la casa.
Si no hacemos ejercicio, multiplicamos el riesgo de progresión de una ateroesclerosis, favorecemos la osteoporosis, la hipertensión arterial, la aparición de una prediabetes y luego una diabetes, la aparición de un cáncer, y favorecemos el envejecimiento prematuro.
El ejercicio no solo es un factor constructor de salud física, sino también de salud mental y puede ser fuente de emociones positivas y saludables.

Muchas veces nos quejamos porque el implementar muchas de estas medidas, cuesta algo más de dinero que el dejarlas de lado, porque es cierto que los alimentos light salen más que los comunes, lo mismo las bebidas o el planificar una actividad física también tiene su costo.
Es en ese sentido que queremos hacer dos reflexiones:
1) La salud, no tiene precio;
2) Si piensas que la prevención es cara, confirmarás luego cuán cara es la enfermedad y cuánta calidad de vida nos resta.


Dr.Jorge de Paula
Médico Cardiointensivista de la Unidad Cardiológica del SMI
Docente del Postgrado de Integración en salud desde la Psiconeuroinmunoendocrinología de la Ucudal


 

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