Gripe: Enfermedad por Virus Influenza

Dra. María Cristina Rizzi
Infectóloga / Comité de Control de Infecciones Hospitalarias SMI

La gripe o enfermedad por virus Influenza es una infección viral que afecta principalmente a la nariz, garganta, bronquios y ocasionalmente a los pulmones. La infección dura en general una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta (>38,2 °C), dolores musculares, cefalea e importante malestar general. También se puede presentar tos seca, dolor de garganta y/o rinitis.

El virus se trasmite con facilidad de una persona a otra a través de las gotas o partículas de secreciones respiratorias expulsadas al hablar, toser o estornudar. Cuando estas secreciones contactan la mucosa ocular o la boca de un individuo no vacunado, produce la enfermedad. También se contagia a través de un modo indirecto, cuando tocamos superficies sucias con secreciones de un enfermo y luego nos tocamos los ojos o la boca y nos autoinoculamos el virus.

Se trasmite desde un día antes del inicio de los síntomas y hasta por 7 días después. Los niños y las personas inmunodeprimidas pueden contagiar por un tiempo mayor.

La mayoría de los afectados se recuperan en una semana, sin necesidad de tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas mayores de 65 años, embarazadas y portadores de enfermedades crónicas debilitantes o graves es más probable que puedan sufrir complicaciones como neumonía o incluso la muerte.

Es una enfermedad estacional, de preferencia se presenta en meses de frío.

A veces se inicia en la población de edad escolar propagándose con rapidez a otros grupos de edad en el seno de la familia (abuelos) o centros educativos, clubes u otros lugares cerrados de alta concentración de personas.

Los virus influenza que causan enfermedad en humanos son de tipo A o B. El virus influenza A sufre cada año mutaciones, por lo que debemos vacunarnos cada año para poder tener protección hacia las nuevas cepas.


Diferencias entre la Gripe y el Resfrío 

GRIPE

RESFRIO

Comienzo abrupto

Comienzo gradual

Fiebre muy alta- Chuchos

La fiebre es raro que se presente

Dolores musculares intensos

Estornudos

Dolor torácico

Dolor de garganta

Cefaleas

Cefalea menos intensa

Congestión nasal, dolor de garganta

 

No suele presentar problemas significativos de salud

Se puede complicar con neumonía,
requerir hospitalización y presentar sobreinfección bacteriana

 

Hay vacuna efectiva

No hay vacunas


Vacunación

Quienes se deben vacunar.

La población objetivo para recibir la vacuna son los niños de seis meses a cuatro años inclusive, las personas mayores de 60 años, las embarazadas, los trabajadores de la salud, personas con enfermedades crónicas (obesos, diabéticos, cardiacos, insuficientes renales, EPOC) y otros grupos expuestos al virus de la gripe por sus tareas (docentes, trabajadores de avícolas). 

En Uruguay, según datos oficiales, 9 de cada diez adultos con cuadros graves

 

Medidas de control del contagio

Cubra su tos
Cubrirse la boca al toser o estornudar, con pañuelos descartables o en el pliegue del codo, evitando contaminarse las manos.

Siempre aplicar alcohol gel para eliminar los contaminantes de las manos al toser o tocar superficies contaminadas.
Las buenas costumbres al toser y la frecuente higiene de manos, son las mejores medidas complementarias al uso de la vacuna antigripal. 


Conducta domiciliaria
Mantener ventilados los ambientes y evitar el contacto muy cercano (a menos de 1 metro) con personas enfermas.
De preferencia, atender la gripe en el domicilio y evitar concurrir al hospital, dejando esta opción solo para complicaciones o peoría.
En situaciones de resfrío y tos con necesidad de desplazamiento fuera del domicilio, puede usarse mascarillas protectoras.

Tratamiento de la gripe:
La mayoría de los enfermos de gripe requieren solamente tratamiento sintomático (analgésico y antitérmico) y reposo domiciliario de al menos 5 días.

No están indicados antibióticos para el tratamiento de la gripe o el resfriado.

En pacientes con sospecha o confirmación de gripe que necesiten hospitalización o con comorbilidades, se beneficiarían del uso de antivirales orales, los que deben ser indicados por el médico. Su mayor utilidad se ha demostrado cuando se inician en las primeras 48 horas desde el comienzo de la enfermedad.

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