Lactancia materna vs industria alimentaria
"Construyendo alianzas para proteger la lactancia: por el bien común, sin conflictos de interés" es el lema de este año de la semana mundial de la Lactancia Materna, que se celebró desde el 1ero hasta el 7 de agosto.
Sobre la oferta de leches y suplementos, las estrategias de la industria para crear necesidades que no son tales y un proyecto de ley que busca regular la comercialización de los sucedáneos, conversamos con la Dra. Paula Gómez, neonatóloga, coordinadora del Comité de Buenas Prácticas de Alimentación del Lactante y el Niño Pequeño del SMI.
Este año nuevamente los bebés lactantes y las mamás socias del Servicio Médico Integral tuvieron su reconocimiento en el marco de la semana establecida por los Organización Mundial de la Salud y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia para promover, sensibilizar e informar sobre los beneficios de la lactancia materna. En el SMI se trata de una celebración pero, también, de una forma de visibilizar la importancia y la relevancia de la lactancia en la salud de los niños.
"Es algo tan simple pero a la vez tan difícil de concientizar", dice la Dra. Gómez. Es que para que el amamantamiento sea exitoso no basta solo con una madre y un niño, tiene que haber condiciones que propicien y apoyen ese acto. Es por eso que la Organización Panamericana de la Salud dice que la lactancia depende de un "esfuerzo colectivo" y por tanto "todos tenemos un papel para desempeñar, desde los miembros de la familia hasta los encargados de formular políticas".
Y ese sentido este año en Uruguay se dio un paso más a nivel legislativo para la promoción de la leche materna: el 10 de agosto, y en el marco de las actividades por la semana internacional, se presentó el proyecto de ley para la comercialización de sucedáneos.
"La industria alimentaria te trata de bombardear todo el tiempo con que la alimentación es lo mejor. Ahora, como se está haciendo tanto hincapié en el tema de la lactancia, las empresas de nutrición están haciendo una gran publicidad de leches para niños mayores de un año, por ejemplo. Con los sucedáneos te tratan de dar a entender que darle eso es lo mejor, que el niño va a tener más defensas, que va a crecer más sano, más inteligente", explica la médica en relación a los mensajes publicitarios que llegan sobre todo a través de las señales de cable.
El impacto se ve luego en la consulta "¿y no hay que cambiarle la leche?", es una pregunta que los pediatras reciben cada vez más.
"El tema es que con la teta no estamos haciendo propaganda todo el tiempo, no estamos todo el tiempo diciendo que tiene todo lo que el niño necesita, entonces la gente se engancha con todo lo que venden. Si le ponen un probiótico, que es para mejor un poco las defensas, que la leche humana tiene, se agarran de eso. Y la gente que no sabe, que no está totalmente enterada e informada piensa que es la panacea. Es una lucha muy desigual porque la gente que está en lactancia tiene muy poco apoyo al no estar la parte económica".
Nuestro país es uno de los firmantes del Código Internacional de Sucedáneos, que fue aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud en 1981. En él se regula la promoción de los sucedáneos de la leche materna con medidas concretas como la prohibición de dar suministros gratuitos en los hospitales, la entrega de regalos a trabajadores de la salud, y la promoción de alimentos para bebés menores de 6 meses, entre otros. Sin embargo la aprobación de una ley nacional reforzaría la aplicación de ese código en el país y, por tanto, la protección y promoción de la lactancia materna.
En la iniciativa presentada en el parlamento se abordan diferentes aspectos que van desde la prohibición de utilización de imágenes de mamaderas, tetinas y chupetes en publicidad hasta reglas específicas para el etiquetado de los productos sucedáneos. Por ejemplo, el artículo 26 establece que el rotulado debe contener el texto "aviso importante: la leche materna es el mejor alimento para el lactante" y, además, advertir que el uso del producto y del biberón conllevan riesgos para la salud.
En la exposición de motivos se da cuenta de la incidencia de la obesidad y el sobrepeso en la infancia tanto a nivel mundial como nacional y de la lactancia como una de las estrategias para el plan de acción de prevención de esa problemática.
"Consideramos que cuando las madres no amamantan o sólo lo hacen parcialmente, exista un mercado legítimo de preparaciones para lactantes y de
ingredientes adecuados que entran en su composición; que en consecuencia, todos estos productos deben ponerse al alcance de cuantos los necesiten mediante sistemas comerciales y no comerciales de distribución; y que no deben comercializarse ni distribuirse por métodos que puedan obstaculizar la protección y la promoción de la lactancia natural.
Una saludable alimentación a temprana edad, redunda en una mejor calidad de vida, desarrollo intelectual y motriz y, con el tiempo, menores costos en los servicios de salud", dice el texto.
El proyecto fue presentado por la diputada Stella Viel y elaborado con la Red Uruguaya de Apoyo a la Nutrición y Desarrollo Infantil, la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas, la Sociedad Uruguaya de Pediatría, la Liga de la Leche de Uruguay, el Instituto Uruguayo de Lactancia Materna, Unicef y el Ministerio de Salud Pública.