Prevención en periodoncia

Dra. Gabriela González Murguiondo
Periodoncista Odontóloga de SMI

En la edición anterior abordamos una de las principales enfermedades que afectan las encías, en esta oportunidad nos enfocaremos en la segunda enfermedad que más las afecta que es la Periodontitis.

Es importante recordar que la salud bucodental es fundamental para gozar de una buena salud y una buena calidad de vida y que las enfermedades bucales no tratadas pueden tener un impacto negativo sobre la calidad de vida de las personas.

 

¿Qué es la periodontitis, denominada comúnmente piorrea o periodontitis crónica?

La periodontitis es una enfermedad infecciosa e inflamatoria que destruye el periodonto de inserción, lo que se puede interpretar como los cimientos de los dientes, y esto puede traer secuelas y/o finalizar con la pérdida de los mismos.

Todas las periodontitis provienen de una gingivitis, pero no todas las gingivitis terminan en periodontitis.

A diferencia de la gingivitis, la periodontitis es crónica, no se cura, pero si existe tratamiento para impedir que la misma avance.

El padecer esta patología nos deja con un riesgo aumentado a sufrir enfermedades cardiovasculares y respiratorias entre otras.

En las embarazadas puede causar partos prematuros y niños con bajo peso al nacer.

En los pacientes diabéticos la relación es bi- direccional: por un lado la diabetes puede incrementar

la prevalencia y severidad de la gingivitis y periodontitis; y por otro lado, un diabético mal controlado tiene más riesgo de contraer la enfermedad.

El sangrado de la encía, aunque solo sea durante el cepillado, no se debe considerar como algo normal; esto indica que la enfermedad se encuentra activa.

Dejar de cepillarse no soluciona el problema sino que lo agrava.


¿Cuáles son las secuelas de esta enfermedad?

  • Se produce pérdida ósea, por lo que la pieza puede quedar con movilidad.
  • Aumento de corona clínica (aspecto de diente más largo).
  • Retracción de las encías
  • Diastemas (espacios entre los dientes)
  • Cambio de lugar de las piezas, avanicamiento de las mismas, entre otras.


¿Cómo controlarla?

La misma se controla con tratamiento periodontal, realizado por un Periodoncista, el cual no solo realizará el procedimiento, sino que también le brindara las herramientas necesarias para que pueda controlar la higiene, ya que esto y los controles son la clave fundamental para que cualquier tratamiento periodontal de el resultado esperado.

 

¿Cómo prevenirla?

Esta es una enfermedad que necesita previamente la instalación de la Gingivitis, por lo que la prevención se logra de la misma forma que ya hicimos mención en la edición anterior:

Concurriendo a nuestro control odontológico con periodicidad.

Tener el hábito de revisar nuestra boca como rutina verificando cambios, síntomas, como ser sangrado y enrojecimiento de la encía, sensibilidad dentaria, dolor al masticar, mal aliento, etc.

Realizar una correcta higiene, utilizando cepillos adecuados de cerdas de preferencia blandas, pasta con flúor, hilo dental, enjuagues y otros implementos en caso de ser necesarios.

No fumar, este hábito aumenta la posibilidad de padecer estas enfermedades, entre otras, o de agravar las mismas.

La consulta periódica al odontólogo, más el correcto cuidado personal es la mejor prevención que podemos realizar.

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