05/10/24

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Lumbalgia

Dr. Gastón Bomsztein
Médico Fisiatra

El dolor lumbar se define como un síndrome musculoesquelético (es decir un conjunto de síntomas y signos) cuyo principal síntoma es la presencia de dolor a nivel de la zona lumbar, la cual está comprendida entre el borde inferior de las últimas costillas y la región sacra; en ocasiones puede haber irradiación a miembros inferiores.

Puede presentarse en forma de dolor agudo, debido principalmente a patología herniaria, lesiones infecciosas, traumáticas, o a esfuerzos físicos, en forma subaguda, o en forma de dolor crónico, de más larga duración (a partir de 3 meses) o que persiste una vez resuelta la lesión


La lumbalgia es un padecimiento que afecta a la mayoría de las personas alguna vez en su vida, siendo el pico de incidencia alrededor de los 45 años tanto para hombres como para mujeres.

El dolor lumbar afecta por igual a ambos sexos a partir de los 20-30 años, pero no es hasta los 40-50 años que se vuelve incapacitante, aunque es importante destacar que la inmensa mayoría de los episodios de lumbalgia no incapacitan de forma permanente; el 90- 95% de los individuos que acuden a Atención Primaria por dolor lumbar mejoran en menos de un mes y sólo en aproximadamente un 5-7% de los pacientes el dolor persiste después de los 6 meses y puede cronificarse.

Los trastornos psicológicos se han identificado como cau¬sa de cronificación de la lumbalgia y se encuentran en el 70-80% de los pacientes con lumbalgia crónica; destacándose los trastornos de personalidad, depresión y ansiedad.

Algunos autores afirman que el miedo al movimiento (kinesiofobia) y a que reaparezca el dolor está relacionado con la incapacidad funcional, y por tanto con el desarrollo y mantenimiento del dolor lumbar crónico.

Con respecto a algunas de las situaciones vinculadas con el desarrollo del dolor lumbar, es sabido que las posturas mantenidas por largos períodos, así como el levantamiento manual de cargas con posturas incorrectas, cargas excesivas, cargas asimétricas, movimientos bruscos e inesperados, así como los movimientos repetitivos en rotación y flexión del tronco, conspiran a favor del desarrollo de este cuadro clínico.



Es muy importante tener en cuenta que la mayoría de las alteraciones orgánicas de la columna vertebral son irrelevantes y no se correlacionan con la existencia de dolor. A modo de ejemplo, la artrosis vertebral es un fenómeno normal, del que es esperable observar signos radiológicos (es decir a través de las radiografías de columna) a partir de los 30 años, y no es causa de dolor, ni supone riesgo alguno.

¿Qué hacer con el dolor lumbar?

Con respecto al tratamiento del dolor lumbar uno de los principales enfoques será la prevención la cual no sólo debe intentar evitar la aparición de la patología lumbar, sino que una vez ha aparecido, debemos evitar su reagudización, evitando así la cronificación de este.

Los objetivos principales del tratamiento serían aliviar el dolor, el déficit funcional, la reincorporación laboral precoz y el tratamiento de las alteraciones psicopatológicas asociadas.

Las escuelas de espalda (EE), escuelas de columna, o Programas de Higiene Funcional de Columna, son una de las intervenciones utilizadas en los programas de rehabilitación y aunque su formato varía ampliamente, en general, incluyen información de la anatomía y función de la columna, manejo del dolor, posturas correctas, técnicas de manejo de cargas y ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular.

Si bien el 80 % de la población presentará dolor lumbar en algún momento de la vida, hay que destacar que, en la mayoría de estos casos, el dolor lumbar desaparece en unos pocos días o semanas, con la aplicación de los tratamientos convencionales como son los analgésicos, o incluso sin tratamiento, es decir que la mayoría de las lumbalgias serán benignas, autolimitadas, y tendrán buen pronostico.

Es muy importante tener en cuenta que el reposo si se prolonga en el tiempo, se torna negativo al favorecer la atrofia muscular y la pérdida de masa ósea. Por el contrario, la actividad física devuelve la función y disminuye la percepción de dolor.

¿Cuál es el pronóstico de la lumbalgia?

Si bien el dolor lumbar agudo es un proceso benigno y autolimitado en la mayoría de los pacientes, también puede ser recurrente entre el 60 y 80 % de los casos.

Existe evidencia moderada de que el ejercicio físico (aeróbico, flexibilización y fortalecimiento de la musculatura del tronco) puede disminuir la frecuencia y la intensidad de las recurrencias en el dolor lumbar agudo recidivante.

Está comprobado también, que el ejercicio físico contribuye a reducir la conducta negativa asociada al miedo y facilita mejoras funcionales, manteniendo los resultados a largo plazo.


Puntos a tener en cuenta.

1) Como norma general está contraindicado el reposo absoluto, ya que prolonga el estado lumbálgico y la incapacidad laboral.

2) Se recomienda mantener el mayor grado de actividad física que el dolor permita, y si en algún caso es necesario el reposo en cama, éste debe ser lo más breve posible y durar un máximo de 2 días, ya que se estima que por cada día de reposo en cama se genera una pérdida del 2 % de la potencia muscular.

3) Fundamental llevar a cabo una alimentación saludable, de forma de mantener un peso adecuado, siendo en ocasiones necesario el asesoramiento por Licenciados en Nutrición.

4) No dude en solicitar ayuda psicológica, ya que como se mencionó anteriormente, los trastornos psicológicos están relacionados con la cronificación del dolor lumbar.


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