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Neurodesarrollo infantil
Escriben Dra. Andrea Haller - Médica Pediatra SMI
Dra. Camila Larrosa Médica Pediatra SMI
Se define como la progresiva adquisición y perfeccionamiento de funciones, conocimientos y experiencias. Es un proceso de diferenciación continuo, ordenado, secuencial, irreversible y progresivo por el cual se elaboran patrones de comportamiento que acompañan el crecimiento del cuerpo.
La etapa prenatal y los primeros 5 años de vida, principalmente los primeros 3 años, constituyen un período crítico para el desarrollo cognitivo, del lenguaje y de las destrezas sociales y emocionales de las personas. Durante este período los niños son especialmente sensibles a las influencias favorables del ambiente así como vulnerables a los efectos desfavorables del mismo. Lo que sucede con un niño durante esta etapa es determinante para su bienestar presente y futuro.
El neurodesarrollo está determinado en gran parte por una buena nutrición, por la carga genética con la que el niño nace pero también por la experimentación y la vivencia de experiencias emocionales enriquecedoras, es decir el ambiente. Sentirse protegidos y establecer vínculos de apego es fundamental para su desarrollo mental y emocional. El desarrollo cognitivo es inseparable del desarrollo socio emocional.
Rol de la familia y el juego como parte central del desarrollo
"El cuidado parental sensible, con una respuesta rápida y adecuada a las necesidades del niño, predice un apego seguro, mayor competencia cognitiva y menos problemas psicológicos" (CD Harvard)
El juego es una actividad importante en la vida de los niños, no solo lo usan como medio para divertirse sino como un recurso para aprender y adquirir nuevos conocimientos, los niños aprenden a través del juego y a medida que se van desarrollando y creciendo este también va evolucionando.
El juego constituye un marco compartido en el ámbito familiar por medio de la creatividad e imaginación; la aparición de competencias simbólicas; la construcción de la propia identidad; los hábitos como la perseverancia y la capacidad de resistencia a la frustración; y la competencia social. Se trata a los padres como compañeros de juego, en donde la interacción supone la implicación; el ajuste tanto en la falta como en el exceso de las expresiones afectivas.
La Convención sobre los Derechos del Niño (UNICEF 2006) reconoce tanto derechos que son connaturales a la vida del niño como deberes que corresponden a los adultos, dentro de los cuales se encuentra incluido el juego. Para que el niño esté disponible al juego, debe tener un sueño reparador y ser suficiente tanto en calidad, como en cantidad de horas.
Y en un mundo regido por las pantallas, debemos recordar que hay recomendaciones para cada grupo etario, yá que la exposición a pantallas disminuye las instancias de intercambio con la familia, no deja lugar al aburrimiento y la creación, interfiere en la adquisición del lenguaje hablado, interfiere en el inicio del sueño. No se recomienda la exposición a pantallas antes de los 2 años de vida, entre los 2 y los 4 años hasta 1 hora por día y a partir de los 5 años no más de 2 horas día.
¿Por qué es importante la evaluación periódica del desarrollo infantil?
Una perturbación del desarrollo es el signo más trascendente de una disfunción del sistema nervioso de ahí la importancia de acudir a los controles pediátricos establecidos en el carné del niño. Es en estos controles donde los pediatras pueden detectar signos de alerta o alteraciones del desarrollo y así realizar derivaciones oportunas para un tratamiento precoz y se puedan prevenir efectos sobreañadidos.
Signos de alerta en el desarrollo por edades:
3 meses - No sostiene la cabeza. - No sonrisa social. - No contacto visual. - Indiferente con la madre durante la lactancia. - Trastorno del sueño: insomnio tranquilo, tendencia excesiva a dormir. - Bebe poco demandante, muy pasivo.
6 meses - Mano cerrada con pulgar incluido. - No toma objetos con su mano. - Bebe poco demandante que no se interesa por el entorno. - No balbucea, no responde a los cambios de tono del adulto. - Irritable, llanto excesivo que es difícil de calmar. - Problemas en la alimentación o el sueño.
9 meses - No responde al nombre. - No se sienta. - No se interesa por los personas (no emite sonidos ni levanta los brazos. llamado la atención para que lo tomen en brazos). - No llora con extraños. - Irritable, llora todo el tiempo. - No disfruta de rutinas compartidas como el baño. - Persistentes dificultades en el sueño y la alimentación.
12 meses - No se para con apoyo, no se desplaza. - No señala con intención de comunicar o compartir. - No comparte la atención ni demuestra interés por los demás. - No comprende órdenes sencillas: no, toma, dame. - No se interesa por los juguetes ofrecidos. - Presta más atención a los juguetes que a las personas. - Persistentes dificultades en el sueño y la alimentación.
18 meses - No camina sin apoyo. - No se interesa por los niños de edad. - Deambula sin sentido ("está en su mundo"). - Contacto ocular pobre al interactuar con el otro. - No trae objetos para mostrarlos. - Falta de interés por las personas o el entorno, interés restringidos solo por algunos objetos. - No intención comunicativa, parece que no escucha cuando le hablan - Ausencia de palabras, no palabra frase. - No juego simbólico (juego del como si...). - Persistentes dificultades en el sueño y la alimentación.
2 años - Conductas ritualizadas inflexibles - Rabietas frecuentes, desproporcionadas difíciles de calmar. - Poca expresividad para demostrar emociones.
En ésta etapa cobra un rol fundamental el lenguaje: este debe ir en aumento en el número de palabras y comienzan a elaborar frases de dos palabras. Por tanto es signo de alarma si presenta: alguna de estas dos:
a- Jerga ininteligible o ecolalias (repetir en forma involuntaria palabras que acaba de escuchar). b- Prioriza lo gestos para comunicarse en lugar de palabras. - Uso peculiar de los juguetes, no dándole el uso adecuado (alinear, tirar, girar las ruedas de los autos en lugar de hacerlos rodar - Marcha en puntas de pie. - Agita los brazos (aleteos), balanceos. - Persistentes dificultades en el sueño y la alimentación.
3 años - Dificultad para relacionarse con otros, impulsividad. - No mira a la cara cuando le hablan. - Ausencia de lenguaje verbal comprensible o sin elaboración de frases completas. Lenguaje particular. No elaboración propia sino que repite lo que dice el otro. - Habla ininteligible, necesita de un familiar que traduzca a los demás. - No comprende relatos sencillos. - Temores exagerados o poco habituales. - Rabietas intensas difíciles de consolar. - Persistentes dificultades en el sueño y la alimentación.
4 años - Dificultad para relacionarse: en el jardín de infantes en reuniones. - Ausencia de juego simbólico o juego repetitivo. - Inquietud, impulsividad, agresividad en exceso en forma reiterada. - Lenguaje "propio", entonación particular como de dibujo animado, no establece diálogos. - Habla ininteligible. - Inflexibilidad, resistencia a los cambios - No control de esfínter para materia fecal
5 años - Tendencia a aislarse o abandonar los juegos por falta de habilidad para comprender su papel en el juego. - Intereses restringidos - Miedos persistentes y generalizados. - No manifiesta culpa aún con acciones que disgustan al otro, no puede percibirlo. - Fantaseo en exceso (confunde realidad con fantasía). - Inquietud, impulsividad, agresividad en exceso en forma reiterada. - No controla esfínter para orina. - Persistentes dificultades en el sueño y la alimentación.
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